¿En qué geografía abrir estos paraguas?
Se mezclan dos cosas: el tiempo y la función. Sabemos que pasan muchos años y una tasa, un sombrero, una máquina de escribir –es decir, objetos cotidianos–, pasan a convertirse en artilugios de otra trama, piezas de colección. Relevada de sus usos habituales, por ejemplo, una máquina de cocer adquiere cierta condición estética ornamental y melancólica. El paso del tiempo histórico, por lo tanto, ha deformado la función original de un objeto y pide otro contexto para su comparecencia. Después viene el museo y la contemplación.
Podemos pensar, en cambio, que los "apuntes y desenlaces" ideados por Sebastián Maquieira responden a los ánimos de un Dr. Moreau, ese genetista que en su desquiciamiento reconvierte el mundo a través de la hibridación. Son inventos que nos obligan a buscar un mundo en el que quepan, un mundo que no es como este que vivimos aunque sabemos que no hay otro. A partir de entonces, lo que damos por asumido se levanta con una resistencia sin heroísmo ni destino. Las cosas con las que vivimos, los utensilios con los que desarrollamos nuestra cultura (material) adquieren una potencia ajena, desvestidos ya del hábito de la costumbre. Gracias al juego de ensamblajes, "Apuntes y desenlaces" demuestra también la posibilidad de lo inclasificable: aquello para lo cual reconocemos un uso imposible.
La percepción funcional, nos dice Luis Camnitzer, "lubrica nuestras interacciones con otra gente, aquella gente que se mueve en las mismas convenciones y se comporta de acuerdo a decisiones preexistentes y reguladas. Es el sistema que nos mantiene firmemente encerrados dentro de las fronteras de lo conocido y lo predecible." La revelación de esta resistencia material en las torsiones de Sebastián Maquieira deja a la vista la acción reduccionista de la jerarquía que ordena el uso y la función de nuestras cosas cotidianas y, al mismo tiempo, promueve una rebelión silenciosa, una revelación lúdica. "La traición de los objetos", por parodiar a René Magritte. De tal manera que si un paraguas, elemento ligado al tiempo lluvioso, significaba protección, al estar hecho de papel, ¡tan frágil al agua!, de pronto pliega un compendio de información impresa, el peso del saber... porque, volvamos al comienzo, se mezclan dos cosas, según parece: el tiempo y la función.
Pedro Donoso.
Pedro Donoso. |